MARIA JULIA Y AIME: UN MISMO DESTINO

 

 

 

 

MARIA JULIA Y AIME: UN MISMO DESTINO

 

 

 

 

 

La Corte Suprema de Justicia de la Nación acaba de rechazar el Recurso Extraordinario interpuesto por la defensa de Amado Boudou, con lo cual deja firme la sentencia de condena a cinco años y diez meses de prisión, por haber intentado quedarse con el 75% de las acciones de la imprenta Ciccone Calcográfica, que fabrica papel moneda, a cambio de solucionar sus problemas fiscales. En definitiva, cohecho pasivo y negociaciones incompatibles con la función pública.

 

El fallo de la Corte fue unánime. Culmina un proceso con condena en todas sus instancias y también en la misma fecha se rechazan intentos recursivos de los otros condenados.

 

En este caso, la invocada doctrina del Lawfare encuentra el escollo del fallo del Tribunal Oral Federal 4, la confirmación de la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, por unanimidad y ahora definitivamente, también por unanimidad, la opinión final de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

 

Se suman las condenas del empresario Nicolás Ciccone, Alejandro Vanderbroele (en suspenso, ya que asumió la calidad de arrepentido y actuó como testaferro del exvicepresidente), varios funcionarios intermedios y su amigo y socio Nuñez Carmona.

 

Se cierra un capítulo trágico de la vida política del país.

 

A la par, participando de un debate virtual con su abogada Graciana Peñafort y la militancia kirchnerista, Aime criticó la falta de reacción del gobierno de Alberto Fernández  y la deuda en torno al cambio de la matriz del Poder Judicial.

 

Por el contrario, desde la otra vereda, se exige emular el tránsito de María Julia Alsogaray, para recuperar lo robado, y que la Justicia avance con la liquidación de los bienes del condenado.

 

La Corte Suprema de Justicia de la Nación, con varios jueces que reconocen antecedentes profesionales e intelectuales en el seno del peronismo, respeta los procedimientos, los hechos comprobados, las responsabilidades imputadas y no advierte causas para revisar lo actuado.  En su máxima instancia, convalida las decisiones de los jueces de grado en todas las etapas procesales.

 

La unanimidad es un mensaje de transparencia, alivio y compromiso con la república y el estado de derecho. Hay esperanzas.

 

Un poco de historia y sinonimia para entender los destinos comunes de María Julia y Aime.

 

Reconocen su origen político en el liberalismo. Llegan al peronismo luego de una extensa actuación en otros ámbitos. Se identifican en la UCEDE, ella a la sombra de su padre y él en la militancia universitaria.

 

María Julia tuvo una actuación relevante en el gobierno de Carlos Menem, en particular en materia de privatización de los servicios públicos de telefonía, pero luego la condenaron, por varios delitos penales cometidos en el ejercicio de la función pública, estuvo presa y le decomisaron sus bienes.

 

Aime también tiene una historia rutilante. Arrimado y recomendado por Sergio Massa al conocimiento de Cristina Kirchner, el economista se hizo cargo de la ANSES, espacio en el cual fuera gerente de su promotor y anterior titular del organismo.

 

El aspecto de eterno adolescente y sus anécdotas como organizador de conciertos de rock en la costa atlántica, le permitieron obtener un carnet de favorito en la intimidad presidencial.

 

La decisión de estatizar los fondos de las AFJP o Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones, lo lleva a la mayor consideración y admiración de la Jefa, quién lo deposita en el  Ministerio de Economía.

 

Las sonrisas e intercambio de gestos cómplices recíprocos, de los cuales dan testimonio en actos oficiales, ganan el favor de la dama, que corona con la designación de vicepresidente, ante la sorpresa y el asombro general, de propios y extraños.

 

Si obró por orden del Jefe, por amor al Jefe o por iniciativa propia, son cuestiones ajenas a la materialización de los hechos concretos de la causa. El dato relevante, a partir de la asistencia del ex testaferro, devenido en colaborador y las pruebas concurrentes, es la tipificación de los delitos y la autoría.

 

Luego, existen varias cosas en común entre María Julia y Aime:

 

En primer término, lo más destacado y llamativo: no pertenecen al núcleo del partido gobernante en el momento de cometerse los ilícitos.

 

Carecen de los privilegios que protegen a los miembros de la Corporación. El peronismo no los comprende. No los identifica como elementos propios. Meros aliados circunstanciales. No provienen de su cuna.

 

Como advenedizos carecen de inmunidad.

 

La Corte Suprema de Justicia de la Nación tuvo extrema celeridad en la decisión. Como muestra, basta un botón. Todavía quedan por resolver recursos extraordinarios de Carlos Menem contra sentencias condenatorias.

 

Esta rapidez permite emparejar las suertes de María Julia y Aime ante el universo demandante de transparencia y efectividad en la lucha contra la corrupción.

 

Los bienes de los condenados siguen la suerte del escarnio público y culminan su derrotero en el decomiso.

 

La Justicia acredita un modelo de eficacia subiendo a la escena de las condenas a un vicepresidente. Escala posiciones en el ranking histórico y supera con creces su agenda.

 

La política difícilmente acuda al rescate. Solamente queda en la memoria de una facción militante minoritaria, la cual agitará las pancartas y las aguas, pero es insuficiente contra el consenso de la clase política. 

 

Hay intereses silenciosos que ocupan la plenitud del espectro. María Julia y Aime son sacrificios necesarios para la continuidad de la especie.

 

En ambos casos, las conclusiones se presentan como modelos de depuración del sistema.

 

Hoy el Gobernador Axel Kicilof y el Jefe de Gabinete Santiago Cafiero cumplen con el rito de la defensa iracunda del caído, pero el Presidente resulta esclavo de sus palabras de otrora y de su propio puño y letra ( “Boudou Game Over”, La Nación 30/05/2014). 

 

Aún en las voces más levantiscas de los políticos, nada es tan verdadero que no pueda ser falso.

 

No todo es lo que parece.