FIN DE AÑO: INFLACION, VISITA DEL F.M.I, AJUSTE, VACUNAS, IMPUESTO AL VIENTO Y OTRAS YERBAS.

 

FIN DE AÑO: INFLACION, VISITA DEL F.M.I, AJUSTE, VACUNAS, IMPUESTO AL VIENTO  Y OTRAS YERBAS.

 

 

 

Nos acercamos al fin de un año inolvidable. Las experiencias vividas superan la imaginación más creativa. La despedida, indudablemente, es acorde al despliegue que nos tiene en vilo y con absoluta incertidumbre en el porvenir.

 

No hay planes posibles, proyecciones, más que el apego familiar y transitar el día a día con responsabilidad y conducta social.

 

Son momentos de compromiso colectivo, paciencia y conciencia de asistencia recíproca.

 

Pero la realidad política y económica en nuestro país siempre convoca con sorpresas e ideas delirantes.

 

A la par que el INDEC informa que el índice de Precios al Consumidor (IPC) arrojó en octubre un incremento del 3,8%, su nivel más alto en once meses, el gobierno envía un proyecto legislativo al Congreso para modificar la fórmula de ajuste de las jubilaciones, acudiendo a la variación de los salarios y la recaudación.

 

Al defender el método de actualización, en el debate de la Comisión Legislativa, la titular del ANSES, Fernanda Raverta expresó que: “Si la Argentina no crece no hay fórmula de movilidad ni de la Coca Cola que pueda salvar a nadie”.

 

Que decir ante semejante reducción y simpleza. 

 

Esperemos la actuación de Dady Brieva y el colectivo de actores y actrices que interpelaban al anterior gobierno con el recordado requerimiento de: “A los jubilados no”.

Los visitantes del F.M.I. acuerdan con el Ministro de Economía, especializado en la Universidad de Columbia, bajo la dirección del Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz y recorren los distintos eslabones del poder para trabajar los compromisos. 

 

El escenario es de consenso y buen clima. Argentina, “defaulteador serial”, una vez más se encamina a acordar los términos del pago de su deuda externa ante el F.M.I.

En política, nada resulta tan simpático, sorprendente y atrevido, como un gobierno peronista ajustando a los jubilados para satisfacer los requerimientos del orden macroeconómico.

 

Por supuesto que las limitaciones de la titular del ANSES para explicar la medida tendrán mejores espadas en el recinto e incluso el Presidente que deriva el ajuste exclusivamente a la quita de los intereses del préstamo que gestionaron otros.

 

Aún con sus dotes verbales y trucos publicitarios, no pueden salvar la realidad.

 

El gobierno bascula en la compra de vacunas a uno u otro de los laboratorios, con el argumento de vacunar a cualquier costa y lo antes posible. Deriva del mercado europeo, anglosajón al ruso o chino, e incluso concurre a todos juntos.

 

Uruguay, ejemplo distante en políticas sanitarias, le compra dosis por anticipado a la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.), evita la negociación con los laboratorios y tendrá preferencias en la vacunación de mayor calidad.

 

Claro, pero en la otra orilla las cuestiones son serias, sin intermediarios, negocios y despojadas del juego de las miserias políticas. 

 

Mientras avanza el impuesto a la riqueza, sin que obste la doble imposición con bienes personales, en la medida que abre un frente de redistribución de riqueza y justicia social, útil para el relato y la militancia, se descubre la extraordinaria imposición tributaria a la energía eólica. 

 

En Chubut, Puerto Madryn, cuna de emprendimientos de energía renovable se grava con “Impuesto al Viento”, más precisamente su naturaleza es una tasa por prestación de servicios municipales.

 

El aire deja de ser gratis y los molinos de viento deben pagar 4,5 % de la facturación. Eso si contra la no prestación de ningún servicio, por parte del Estado. Es decir, que arremeten incluso contra la naturaleza jurídica de la tasa que requiere algún modo de contraprestación, pero eso será motivo de contienda judicial.

 

Absolutamente increíble. La degradación de la función administrativa y del ejercicio de la facultades públicas estatales no tienen remedio.

 

El espacio es infinito y siempre se puede caer y estar peor. La capacidad de la clase dirigente para la extracción del bolsillo de los ciudadanos no tiene límites.

 

Típico de un país que obsta con afectación tributaria todo tipo de actividad económica. 

 

Solamente la memoria puede salvar el futuro. Es obligatorio retener los hechos y las conductas. Tener conciencia del presente al momento de votar.