ETERNO EN LA MEMORIA DE LOS ARGENTINOS

 





“No te juzgo por lo que hiciste con tu vida, te amo por lo que hiciste con la mía”   Fontanarosa

 

 

 

 

 

Siempre tengo en mi memoria los increíbles momentos de felicidad inspirados por Diego Maradona. Recuerdos del genio absoluto de México 86 me acompañan en todo momento.

 

Extasis en su estado más puro. Emociones y sentimientos extremos, que dominaron al común de los argentinos.

 

A la par, el coraje, la injusticia, la amargura  y el dolor infinito de Italia 90 y la angustia e impotencia de EEUU 94. 

 

Gestor del orgullo más profundo de los argentinos. Inspirador de alegrías infinitas y del rescate de gestas heroicas que unían los corazones sin divisiones ni exclusiones.

 

La  entrega incondicional, el esfuerzo extremo, los grandiosos logros colectivos con compañías limitadas, la dignidad de las derrotas, lo ubican en el altar de los elegidos.

 

El enfrentamiento con el poder y la elección por el más débil. 

 

Magistral en el rescate de Nápoles y su empresa libertaria contra los elegidos por el azar y la gracia de la fortuna.

 

El idilio con Fidel y las causas de los desfavorecidos.

 

Pero, por encima de todo, el sentimiento unánime por el deportista que hizo feliz a un pueblo. Sin distinción de sectores sociales, desparramó alegrías y felicidad.

 

Motivo excluyente de unión amorosa para verlo gambetear. 

 

Nos regaló razones  y emociones para ser felices por un hecho deportivo sin igual. Como explicar los goles a los ingleses desde un análisis racional. Fue una explosión de sentimientos y emociones.

 

El genio expansivo que se favorece con un técnico obsesivo, detallista, planificador y estratega para construir un grupo único en su proyección, objetivos y resultados.

 

Luego, las cuestiones humanas. Las debilidades y las transgresiones. 

 

No nos convocan las flaquezas humanas. Es tan grandioso el hecho deportivo vivido  y  la suerte de haber visto y conmoverme por sus acciones, que no hay mas palabras que el agradecimiento por la magia.

 

Las alegrías, emociones, llantos y el goce de su estética futbolística  sin par.

 

Situaciones únicas, irrepetibles, momentos  profundos debidos al esplendor del Diego.

 

Las expresiones filosas, el verbo agudo y las molestias al poder. La verdad incómoda. 

 

Rebelde, contestatario, pero fundamentalmente, el genio creativo del arte popular más conocido.

 

Responsable de la ilusión y los sueños de los argentinos. Compuso una realidad mágica para un destino común de gloria y fue el factor único de unidad e identificación común. 

 

En cualquier lugar de la tierra te decían, te dicen y te dirán: Argentino: Maradona.

 

Simbiosis de la argentinidad. Eterno en la memoria de su pueblo. No hubo, ni habrá otro igual.  

 

Tuve suerte: Ho visto Maradona.

 

 

 

 

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