EL PLAN DEL RELATO O EL RELATO DEL PLAN 

  

 

 

            La agenda legislativa propuesta por el gobierno promete agitadas jornadas de debates políticos y elevadas temperaturas para la coalición oficial que la pondrán en desnuda exposición de sus planes y contradicciones.

 

            Seguramente, no existirá la brutal violencia callejera que, por mejor y más ventajosa formula de ajuste jubilatorio padeciera el anterior gobierno.

 

            A la par de la visita tradicional de la misión del Fondo Monetario Internacional (F.M.I.), para discutir las condiciones de renegociación de la deuda y el pedido de un préstamo de facilidades extendidas, se organizan los proyectos  para debatir en el Congreso.

 

            El Ministerio de Economía, encumbrado como primus inter pares, claramente el primero entre iguales, ha cerrado la negociación política interna, autorizado por el Presidente, para combinar las siguientes medidas:

 

1.    El Presupuesto anuncia el descongelamiento de las tarifas de los servicios públicos.

 

2.    El proyecto de ley que modificará la fórmula de ajuste jubilatorio, para disponerlo en forma semestral, con aplicación de los índices de salarios y recaudación.

Desaparece todo vestigio inflacionario, tal como contemplaba la previsión cascoteada impunemente.

 

3.    Reducción del déficit fiscal impuesta como meta presupuestaria.

 

4.    Medidas estructurales para responder las exigencias formales y sustanciales del préstamo de facilidades extendidas.

En este caso se avecinan decisiones en materia laboral e impositiva.

 

5.    La paz cambiaria obtenida, luego de los días de furia alcista del dólar, fueron a costa de dolarizar la cartera de bonos en pesos, pero tratándose de deuda  interna, no se le asigna mayor relevancia.

Al menos se freno el impulso endemoniado de la emisión monetaria.

Ello, sin perjucio de tener que importar billetes físicos de $1000, ante la insuficiencia de la provisión de la industria nacional a los requerimientos del Tesoro.

 

Unicamente protestarán los opositores, que por otro lado es su misión y para eso están, los jubilados cruelmente afectados con una variación semestral -tardía en relación a la inflación- y con una fórmula ineludiblemente de ajuste que corre por atrás el aumento del costo de la vida y las agrupaciones de izquierda, que mantienen su coherencia anti F.M.I.

 

 

 

          En una mirada ortodoxa el gasto previsional es el 50% del gasto presupuestario y cualquier ordenamiento macroeconómico debe visualizar sus proyecciones. La mirada de una fórmula que rechaza la inflación y transita una periodicidad semestral, les reconoce el beneficio tardíamente y por debajo del nivel de costo de vida. 

            

            Logran entonces una fantástica licuación del gasto público a costa de los jubilados, cuando el mensaje siempre fue algo muy distinto.

 

            Las corporaciones sindicales y las asociaciones sociales comprometidas con y en el gobierno tendrán una tarea dificil para explicar la disminución del déficit fiscal, la formula del ajuste jubilatorio, la liberación de las tarifas y las medidas laborales en camino.

 

            Es una dirección contraria a la de Venezuela, es casi ortodoxia económica, que si fuera acompañada por diálogo político y acuerdos, hasta podría comprometer políticas de estado.

 

            Eso si, para crispar los ánimos y elevar las disputas, en los mismos tiempos se envía el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo.

 

            Todas las cuestiones juntas, para que concurran protestas pandémicas de uno y otro extremo.

 

            Nada que calme los ánimos y brinde tiempos de reflexión.

 

            Habrá que acomodar la épica y el relato. El esfuerzo convoca a la imaginación y las mentes creativas.

 

            Hay que invocar la heterodoxia y el pragmatismo para mantenerse en el sistema.

 

            Mientras tanto, la dama avanza en el tablero, desplaza a la Ministra de Desarrollo Territorial y Hábital, María Eugenia Bielsa y coloca al Vicepresidente del Instituto Patria, Jorge Ferraresi, Barón Intendente de Avellaneda. 

 

            Las tomas de tierras tendrán actores claves de su mayor confianza, en ambos lados del escenario.

 

            Sigue completando sus fichas, pero no participa del juego, el fracaso de la herejía en curso no le pertenece.

            El Ministro de Economía es el mejor expositor para un extraordinario relato. También es su última oportunidad.

 

            Mucha suerte Lobito *. Estamos con vos. No queremos ni pensar en lo que viene si esto sale mal.

 

 

            

*El Ministro de Economía, Martín Guzmán, es hincha fanático de Gimnasia y Esgrima de La Plata, club de la ciudad de La Plata, popularmente conocido como “El Lobo” y el diminutivo es el apodo impuesto por sus compañeros del Gabinete Nacional.