EL FUTBOL DEBE VOLVER

             

                                            


                                            

                            

                                                        EL FUTBOL DEBE VOLVER

 

 

En el marco de la cuarentena fallida, sin trabajos ni escuelas recuperadas, el gobierno decide con fecha cierta el regreso de  la práctica del  fútbol profesional.

 

La ponderación oficial  mantiene la parálisis de muchas actividades referidas a la producción y el empleo, pero libera las energías destinadas a la persecución de la pelota.

 

Persiste en el error del confinamiento, a pesar que la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.) cuestionó duramente la práctica de la cuarentena y señaló puntualmente que logra que los pobres sean más pobres.

 

No hay reflexiones en el ensayo y el error. Solamente insistencia en el equívoco.

 

Pero a la obstinación política de las limitaciones en la libertad de trabajo se le agrega una curiosa causalidad.

 

La Liga Profesional (Marcelo Tinelli) y la Asociación del Fútbol Argentina -AFA- (Claudio Tapia), acaban de rescindir el contrato de los derechos de TV que tenía la Cadena Fox Sport.  No adhirieron Boca, River y Estudiantes de La Plata. 

 

En una versión moderna de la lucha contra el imperialismo, retornaría entonces  la estatización del Fútbol, mediante la intervención de la TV Pública y el Programa de Futbol para Todos, con sus relatores militantes.

 

En su peregrinación política, el inefable y polifacético Marcelo Tinelli suma a su lucha contra el hambre, los negocios televisivos futbolísticos con todos sus extras incluidos.

 

El Ministro de Turismo y Deporte, Matías Lammens, portador del relato deportivo, urgido por las necesidades políticas y la realidad del reinicio en todas las latitudes, manda los equipos a la cancha, sin hacer lo propio sus colegas con actividades vitales para las necesidades del ciudadano común.

 

El Futbol y sus negocios urgen. 

 

Puede  haber  actividad económica limitada o pocas escuelas, pero el fútbol no podía faltar.

 

Fútbol y política deben moverse al ritmo del poder de turno.  

 

De eso se nutren los dirigentes de uno y otro bando. Ahora sin concurrencia masiva, las miradas se concentran en el único medio que promueve, promociona y permite su negocio: la Televisación.

 

El apoderamiento de la Televisación garantiza el relato y el negocio. Cualquier excusa es buena compañera para tomar las riendas de las transmisiones. La cuestión jurídica es asunto de los jueces y para eso tendremos la propuesta reforma judicial.

 

Además, resulta imprescindible distraer al soberano. Aliviar sus tensiones y ocupar sus pensamientos con el monopolio de la comunicación. 

 

El Observatorio de los Medios y el Futbol para Todos permitirán coordinar el discurso único. Una travesura más de los dirigentes en una pícara rescisión contractual que demuestra la seguridad jurídica para los inversores en Argentina.

 

Lo importante es que siga el Circo y los métodos que permitan la continuidad de los negocios de los dirigentes.

 

La complicidad de la política, el fútbol y sus negocios, tienen como rehén la noble pasión del ciudadano por sus colores favoritos.

 

Además, menguadas las actividades económicas tradicionales, los empresarios encuentran en este nido un ámbito generoso para multiplicar el dinero.

 

Rescisión contractual de por medio, fútbol y dinero van tomados de la mano. Los derechos televisivos y la publicidad tienen nuevos dueños para alentar la competición mercantil.

 

Muchos motivos concurrentes para redoblar los esfuerzos en la vuelta del fútbol con el nuevo modo propuesto para su televisación. Los mercaderes oscilan en sus desplazamientos, pero crecen y proliferan a las sombras del poder de turno.

 

El retorno del fútbol y la rescisión contractual del contrato de su Televisación, permiten un aprovechamiento integral del proyecto televisivo. En efecto, el medio de comunicación público y monopólico transmitirá un mensaje único y los nuevos beneficiarios del negocio tendrán una caja en su exclusivo beneficio.

 

Mientras los ingenuos gritan los goles,  los dirigentes cuentan sus pesos y los políticos propagan sus mensajes tranquilizadores.

 

El fútbol debe volver para entretener y prestar sus servicios empresariales y políticos.

 

Negocios son negocios y la función debe continuar.

 

 

 

 

 

 

Comentarios

  1. O sea; que falte el pan no importa,. lo que importa es que haya Circo...
    Canallesco... No podía ser de otra forma...

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