EL ALUVION PSIQUIATRICO
EL ALUVIÓN PSIQUIÁTRICO
Los rechazos oficiales a las manifestaciones del 17A tuvieron un punto saliente en las declaraciones del Gobernador de la Provincia de Buenos Aires que calificó a los que participaron como un “aluvión psiquiátrico”.
Los memoriosos traen como remedo un uso similar de esa expresión que refiere una afluencia repentina y violenta.
Entonces fue el “aluvión zoológico” el método para ofender el honor y la dignidad de los manifestantes.
Cruda y patética reiteración de agravios innecearios para estigmatizar al otro. Definitivamente no podemos aprender o no queremos hacerlo.
Pero ahora, en épocas de pandemia viral y económica, tenemos una nueva morbilidad en la Argentina, con diagóstico precoz a cargo de la autoridad pública.
El problema de estos pacientes seguramente será su falta de colaboración, amabilidad, cautela y evasión para ser asistidos en su deterioro cognitivo.
Su escrutinio y mirada examinadora, interpelan al poder y resultan reveladoras de suspicacias y dificultades para el abordaje.
Expresan deseos, muestran sentimientos y fundamentalmente no se someten dócilmente a los designios del gobernante circunstancial.
Por sobre todas las cosas, este universo no acepta callar. Alzan los brazos en una actitud denunciante.
La descalificación forma parte de un método de acción política. La ofensa se convierte entonces en la principal herramienta de construcción.
No prima el debate por las ideas. Se clausura el intercambio y se elige la agresión.
Ello trae el cierre del espacio y de la tolerancia. Probablemente, luego la frustración conduzca a una mayor agresividad.
No es ese procedimiento el que construye el consenso democrático. Constituye una patente configuración del pensamiento único.
Las dos intervenciones históricas representan una parodia de la insistente caricatura de la política argentina que se mantiene en el tono burlesco respecto del opositor.
No nos queda otro camino que burlarnos de la burla. Mantener nuestra autestima sana e insistir en combatir la frustración con mensajes de esperanza.
Los errores al fin y al cabo forman parte de la vida.
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